7 Un pintor de la Escuela Sevillana 1929-1998

RAFAEL MUÑOZ, (Correo de Andalucía, 21 de Junio de 1987)… Este sevillano llama a los colores por su nombre; los emplea diluidos y logra de esa forma mayores transparencias o más luz. En suma, para buscar mayor nitidez. Centra la temática en torno a cualquier figura y adopta una fuga de perspectiva baja, localizada en un punto distante, de esa forma son muchos los cuadros que va apareciendo ante mi…

Ballesta comienza a buscar la realidad intenta implantar nuevas formas, simplifica lo anecdótico, lo innecesario, reflejando únicamente lo actual; un toque, un susurro, un amago que signifique fruta, cerámica, mujer, mar, roca, rio, campo o árbol..

Ballesta se encuentra así mismo y comienza a ser sólo él. Frecuentemente se desgreña la verdadera dimensión que tiene para una honrada crítica el grado de personalidad que el artista extraviarte en la obra. Acaso lo más importante en la trayectoria plástica de un creador no pueda ser sino el recuerdo de lo que haya sido capaz de aportar .

Copiar es, relativamente, tarea al alcance de cualquier mañoso. Crear no.

Nuestro artista pone el hálito de lo propio, concibe un mundo singular, está dotado de vida, y mantener una cosa así sólo está reservado a los dotados con la chispa creativa.

Este pintor sevillano ha renunciado al inmovilismo. En su pintura impide que las formas se estatifiquen y rompe con los enquistamiento monótonos. Mantenerse , como nuestro artista, no es autocopia, prolongarse hasta el infinito con una obra explotada exhaustivamente. Mantenerse, equivale artísticamente a estar siempre en candelero, en ebullición de ideas, romper con los caminos trillados, crear, aportar.

Pintor sensible, poético, callado y duro, como tallado en la mejor roca española. Su pintura, de personalidad cabal muestra el desarrollo de un talento partido del realismo y que se ha dejado llevar después por la intuición para ir a parar a telas de gran amplitud luminosa y constructiva. Hay en su arte una gran nobleza interna, orgullo, capacidad creadora y belleza. En resumen, su obra ofrece un conjunto de gran interés, que se impone por especialísimas calidades. Su vocación de pintor es auténtica y su obra acreedora de todos nuestros elogios por su profunda personalidad de pintor eminentemente sevillano.»