Esto escribía el periodista, Fausto Botello, en el mes de noviembre de 1982, con motivo de una exposición individual de Miguel Ballesta Maqueda, en el pueblo de Los Palacios y Vfca, de Sevilla.(Contraportada del catálogo de la exposición, 14 de nov. de 1982):
…Ballesta, firma de alta cotización artística cuya obra se disputan las galerías, no aparece con frecuencia en exposiciones.
Sus muestras son difíciles de conseguir, sencillamente porque el pintor no tiene tiempo para exponer, como lo demuestra el hecho de que en Sevilla, capital, haga siete años que no presenta exposición individual alguna, a pesar de múltiples requerimientos. Sin embargo el artista identificado con la gente de Los Palacios, ha querido exponer aquí y lo hace no con «cuatro obras para salir del paso», sino apretándose los machos del compromiso cultural y ofreciendo lo más granado y hermoso de su quehacer profesional con una muy cuidad, digna y admirable selección de su trabajo, con una exposición «antológica» en la que brinda lo mejor de su labor sin regateos, de manera total y absoluta. Y a por todas va el artista en esta espléndida exhibición en la que ofrece una muy amplia gama de sus posibilidades estéticas como maestro dibujante y como maestro pintor, dominador, además de las más diversas técnicas: la pintura al óleo, o el dibujo a lápiz o a pastel. Y en sus manos -movidas por un extraordinario talento- la variedad de quien trata, como pocos, todos los géneros:_ el retrato, la composición, el paisaje… Ahí están , expresivas a más no poder, relajantes, transmitiendo sal y yodo, esas marinas de ensueños con mares y nubes de todos los colores, porque el artista ha sido capaz de meter en su paleta todos los amaneceres, todos los mediodías, todos los ocasos de la playa de Mazagón. O esos paisajes de tierra, árbol y flor que guardan los líricos campos juanramonianos de los caminos de Moguer y Palos de la Frontera. O composiciones tan sobrias y difícilmente trabajadas como el bodegón campesino de «Los enseres del cabrero» Pero Ballesta es, además, algo no frecuente entre los pintores punteros: un gran retratista, un retratista capaz de llevar al lienzo, a la cartulina o al papel con tono firme la temperatura humana de los rostros que pinta, esos elegantes retratos de señoras, el ingenuo candor de los niños o las expresiones tremendamente populares de tipos de la calle como «La lotera», «La cigarrera» o la gente del bronce, esas gitanas únicas que hace poniendo el duende cañí su duende estético con un toque personalísimo y del que es singular muestra esa gran obra de «La canastera», original creación que sirvió para cartel de la pasada «Fiesta de la Mistela». Miguel , arcángel de la pintura sevillana, lucha y vence con sus pinceles, con sus lápices a los demonios de la vulgaridad pictórica al uso y, con estilo propio, brinda en su exposición una feria de color, estilo y sensaciones realmente únicas, Miguel Ballesta trae a Los Palacios una gran obra. Mírenla, admírenla despaciosa y amorosamente. ¡Merece la pena!